viernes

Soneto X



A nadie quieres: no quieras negarlo,
pues ni siquiera cuidas de ti mismo.
Sin duda te aman muchos, sin embargo,
ninguna hasido ni es correspondido.
El odio criminal que llevas dentro
te incita a conspirar contra tu casa
y a hacerte derribar su noble techo
cuando lo noble es ver que se repara.
Depón tu empeño y yo, mi incertidumbre:
¿prohíjas más al odio que al amor?
Sé, como tu presencia, amable y dulce
o tente, cuando menos, compasión.
Haz, por nosotros, otro igual -es justo
que la belleza viva en ti o lo tuyo.


Sonetos de Shakespeare © 2008 Template by:
SkinCorner