Sonetos de Shakespeare

viernes

Soneto XCIX



Ladrona -reprendí yo a la violeta
precoz-, ¿no habrás robado tu perfume
del soplo de mi amada? De sus venas
sacaste el noble tinte con que cubres
de púrpura tu suave consistencia.
Copió tu mano el lirio y lo juzgué;
el haz de mejorana hurtó tu pelo;
las rosas, espigadas, eran tres:
color rubor y blanco desespero,
y una tercera, a medias roja y blanca,
que aunaba a sus colores tu frescor:
por ese robo en plena esuberancia,
un verme vengador la carcomió.
Había muchas flores, pero todas
robaban tus colores o tu aroma.
lunilla a las 04:08
‹
›
Inicio
Ver versión web

Participan

Mi foto
lunilla
Quillota, Valparaiso, Chile
Ver todo mi perfil
Con la tecnología de Blogger.