Sonetos de Shakespeare
miércoles
Soneto LXXXIX
Si dices que me dejas por mis faltas,
no intentaré esconderlas: al contrario;
si mientas mi cojera, no haré nada
por defenderme y andaré renqueando.
Amor, tú a mí no me desgraciarías
ni la mitad que yo, si me cambiases;
enséñame tu anhelo y yo en seguida
seré como un extraño si te place,
no volveré a cruzarme en tu camino
ni a deleitar mi lengua con tu nombre,
no fuera que, tan sólo con decirlo,
pudieran inferir que me conoces.
Por ti, yo iré en mi contra sin piedad
tan sólo por no amar al que has de odiar.
‹
›
Inicio
Ver versión web