viernes

Soneto VIII





Si tú eres música, ¿te apena oírla?
Si el dulce es dulce y es gozoso el gozo,
¿por qué amas lo que tomas con inquina
y tomas con placer lo ignominioso?
Si no te es grato oír el maridaje
de notas que armonizan y se suman
es porque te regañan con voz suave:
no es sólo para ti esta partitura.
Las cuerdas, como sabes, se disponen
por melodiosos pares y al pulsarlas,
al tiempo que nos cantan un acorde,
parecen padre, hijo y madre amada.
Y su canción, sin letra y con donaire,
te canta: "Tú, solista, no eres nadie"

Sonetos de Shakespeare © 2008 Template by:
SkinCorner